La provocadora ‘ecología material’ de Neri Oxman PORCELANOSA
Arquitecta, diseñadora computacional, inventora y profesora en el MIT Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts, lidera la investigación de nuevas vías de encuentro entre la tecnología en fabricación digital pueden interactuar con el mundo biológico. Neri Oxman encabeza una nueva era para el diseño donde microorganismos, cuerpos, productos o edificios pueden interactuar simbióticamente.
Volver a la naturaleza para inspirarse. Neri Oxman pretende aumentar la relación entre los entornos construidos, naturales y biológicos. Su visionario trabajo borra toda frontera entre ciencia, diseño y arte. Entiende la creación como conjunción entre tecnología y biología.
Su equipo es una amalgama de genios. Un ingeniero biomédico, un soplador de vidrio, un científico de materiales, un informático especialista en inteligencia artificial húmeda y programación de bacterias, un arquitecto, un biólogo marino y un apicultor, entre otros especialistas. ‘Juegan a crear’ haciendo crecer musgo, moho mucilaginoso, gusanos de seda, abejas, cítricos, champiñones o pectina de manzana, que consiguen cosas extraordinarias.
“En mi grupo de investigación creemos en un futuro en el que no construiremos nuestros productos y nuestra arquitectura, sino que los haremos crecer”, Neri Oxman.
Tecnología en diseño computacional, fusionados con biología sintética, ingeniería de materiales e impresión 3D. Así es como Neri Oxman y su equipo están cultivando la nueva disciplina que han acuñado como ‘Ecología Material’ (Material Ecology) bajo la firme creencia de que el propio material en sí es parte inseparable del diseño.
Wanderers son wearables que se crearon como parte de la exposición ‘El sexto elemento: Explorando la belleza natural de la impresión 3D’ de EuroMold (Frankfurt, Alemania), en colaboración con Christoph Bader y Dominik Kolb. Un proyecto para incluir materia viva en forma de bacterias modificadas dentro de las estructuras 3D para mejorar el medio ambiente.
Su fórmula sobrepasa límites entre disciplinas para inventar nuevos materiales y estructuras constructivas. El objetivo es convertir los espacios construidos en entornos naturales y biológicos, tomando a la propia naturaleza como madre creadora y aplicando sus principios a través de las nuevas tecnologías para el diseño. La aplicación es dispar e infinita, desde campos como la arquitectura, el diseño de productos, la moda o nuevos dispositivos digitales.
El mueble escultórico Gemini (2014) es una “silla gemela” acústica, que abarca múltiples escalas de la existencia humano. Como un útero, recapitula un cosmos humano: nuestro cuerpo, va a la deriva espacio como la constelación de Géminis.
Una auténtica provocación que transmuta los límites de la creación. De la edad de la máquina hacia una nueva era de la simbiosis entre nuestros cuerpos, los microorganismos que habitamos, nuestros productos, e incluso los edificios.
“Desde la Revolución Industrial, el mundo del diseño ha sido dominado por los rigores de la fabricación y la producción en masa. Las líneas de montaje han dictado un mundo hecho de piezas, encorsetando a diseñadores para pensar como ensamblajes de partes con funciones distintas. Pero en la naturaleza no hay ensamblajes de material homogéneo. Mi trabajo trata de alejarse del ensamblaje y acercarse al crecimiento”.
Porque en la naturaleza, los organismos crecen. Un capullo de gusano es capaz de crear una arquitectura altamente sofisticada como hogar para metamorfosearse. Y lo consigue combinando dos proteínas en diferentes concentraciones. Justamente, así ha sido como Oxman ha conseguido que en 3 semanas 6500 gusanos de seda vivos tejan 6500 km para crear un pabellón de seda con ayuda de robots y sin necesidad de hervir seres vivos para extraer su fibra.
El Pabellón de Seda explora la relación entre la fabricación digital y la creación biológica tanto para productos como escalas arquitectónicas.
Ha creado láminas brillantes de un material hecho de una pasta de cáscaras de camarones molidas que varía de opaca a translúcida y está incrustada con bacterias que han sido diseñadas para capturar carbono y convertirlo en azúcar. O un sistema digestivo portátil que incorpora bacterias fotosintéticas que convierten la energía solar en azúcar.
Ahora el gran reto es transformar la construcción y sus materiales. Conseguir materiales que se comporten de múltiples formas, liberando luz y almacenando energía. El grupo está creando un ‘edificio biológico’ que podría funcionar como estructura y piel, variando su concentración en función de un diagrama de la ruta solar específica de su ubicación.
“Estamos aquí y seguimos comprometidos porque podemos diseñar una ‘piel’ arquitectónica como una lente óptica, lo que abre posibilidades para aprovechar la energía solar en escalas urbanas. Estas tecnologías no deben trivializarse solo con fines de entretenimiento, aunque las soluciones potencialmente rentables pueden ayudarnos a reducir los plásticos. Uno tiene que comenzar en algún lugar sin comprometer el alma”.
Anthozoa Project (2013). Vestido impreso en 3D en colaboración con Iris Van Herpen para la Semana de la Moda de París. Contribuyeron Iris Van Herpen, diseñadora de moda (Amsterdam); Keren Oxman, artista y diseñador (NY); y W. Craig Carter (Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales, MIT). Fabricado por Stratasys.
Para Oxman, a quien se ha calificado como la versión contemporánea de Leonardo da Vinci, vivimos una nueva era de la creación en la que el diseño exige que nos hagamos cargo de la naturaleza. Una nueva era de diseño y belleza virgen.
Su investigación científica funciona, pero además su trabajo no se niega a la forma y consigue resultados estéticos. Por ello, su fructífero y provocador trabajo no solo está documentado en más de 150 publicaciones científicas, sino incluido en las colecciones permanentes del Museo de Arte Moderno (MoMA), el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA), el Centro Georges Pompidou, el Museo de Bellas Artes de Boston (MFA), el Museo de Artes Aplicadas de Viena (MAK), la Colección FRAC o el Museo de Ciencias de Boston, entre otros, incluidas prestigiosas colecciones privadas. Aunque ella prefiere mantener su ‘pureza ideológica’, porque… ‘¿por qué no hacer que un arquitecto entre en la carrera para curar el cáncer?’.
Elaborado a partir de una serie de membranas impresas en 3D, Aguahoja (2018) es una estructura a gran escala creada usando una sustancia que, dependiendo de su concentración, podría ser sólida o transparente, rígida o blanda. El material está hecho quitosano, un polímero derivado de crustáceos, pectina (una fibra que se encuentra en las manzanas y otras frutas), y celulosa (que proviene de plantas). El material era soluble en agua y biodegradable. El quitosano, la pectina y la celulosa también se encuentran entre los polímeros más abundantes en la tierra.
Recientemente, su trabajo ha sido incluido en la segunda temporada de la serie ‘Abstract’ de Netflix, y tras haber recibido prestigiosos galardones y adquirir un gran reconocimiento público como una de las pensadoras interdisciplinares más revolucionarios del mundo, en 2019 Neri Oxman consolida públicamente su trabajo recibiendo el ‘Contemporary Vision Award 2019’ por el SFMOMA en San Francisco que culminará con una retrospectiva de su trabajo durante 2021.
Según Jennifer Dunlop Fletcher, curadora de arquitectura y diseño en el SFMOMA, “Oxman avanza valientemente para abordar las preocupaciones ambientales contemporáneas y los problemas sistémicos existentes a través de la ciencia, la tecnología y el diseño, pero principalmente a través de la imaginación. Su visión del futuro es de esperanza y posibilidad, justo lo que necesitamos”.
Las ciudades inteligentes buscan una mayor eficacia en su gestión de recursos a través de la tecnología de la información y comunicación o el consumo equilibrado de energía.