IN Moments 25·11·2020
La arquitectura frente a su futuro II PORCELANOSA
Publicamos una serie de entrevistas con arquitectos de prestigio para encontrar una respuesta común a los retos del mañana con la sostenibilidad, la rehabilitación arquitectónica y la tecnología como ejes principales.
Ante un mundo cada vez más acelerado e inmediato en el que el “ahora” ha acabado por imponerse como el único tiempo válido, la arquitectura ha optado por la reflexión y el replanteamiento de sus principios clásicos con el “mañana” como prioridad.
Una reordenación de valores y normas que ha sumido a la mitad de la profesión en una incesante búsqueda de respuestas y soluciones para asentar los cimientos del futuro desde la proximidad y el diálogo con el entorno.
La sostenibilidad, la rehabilitación arquitectónica, la inteligencia artificial, la peatonalización de las grandes urbes o la vivienda autosuficiente son algunos de esos retos a los que se enfrenta la arquitectura en los próximos años.
Analizamos con los arquitectos Carlos Lamela, Vicente Guallart y Hugo Navarro hacia dónde se dirige esta disciplina y qué papel tendrán sus profesionales para que esa transformación urbanística y cultural de las ciudades se convierta en una realidad social.
Aquí los primeros bocetos.
Carlos Lamela: “El desarrollo técnico y la humanización son conceptos complementarios”

Entiende la arquitectura como aquella disciplina capaz de unir las necesidades nuevas con los anhelos antiguos en pos del desarrollo social. Una filosofía que ha proyectado en el Centro Canalejas de Madrid, su último trabajo arquitectónico, y quizá el más titánico, al que Carlos Lamela (Madrid, 1957) se ha enfrentado en los últimos años. En él se sitúa el Hotel Four Seasons de Madrid, un complejo hotelero de lujo formado por 200 habitaciones y suites, 22 residencias comerciales y una galería comercial.
Es precisamente esa visión circular de la historia y la arquitectura la que el arquitecto ha seguido desde el Estudio Lamela. “Nuestro estudio quizá es un poco atípico porque es un estudio de gran calidad y buscamos la excelencia en todo lo que hacemos. Nosotros sí hacemos arquitectura, pero la sociedad muchas veces no demanda arquitectura, sino construcción y diría que el 90% de lo que se construye no es arquitectura”, apunta.
“No tenemos que estar pensando en cómo será la construcción dentro de diez años, sino en cómo será dentro de 50”

Para revertir esta tendencia, que necesita “un gran pacto entre las autoridades”, Lamela propone reforzar la arquitectura industrializada y ampliar los recursos financieros para mejorar los servicios y calidades de los edificios. “No tenemos que estar pensando en cómo será la construcción dentro de diez años, sino en cómo será dentro de 50. Para eso tendríamos que estar invirtiendo ya hoy con los análisis financieros necesarios”.
Y en esa arquitectura de futuro, donde “el desarrollo técnico y la humanización no deben contraponerse porque son conceptos complementarios”, el “sentido común, la sensatez y el estudio de la historia serán clave para no repetir los errores del pasado”, vaticina.
Con más de 60 años de trayectoria, el estilo de Lamela se puede conocer recorriendo las calles y edificios de Madrid, ciudad a la que ha dedicado gran parte de su vida, que no es otra que su obra. De ella cabe hacer mención a la Terminal T4 de Barajas, la ampliación del Estadio Santiago Bernabéu o la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
Vicente Guallart: “Las ciudades deben formar parte de la historia natural”

Hace ocho años que Vicente Guallart (Valencia, 1963) maquetó la urbe del futuro. Lo hizo en un tratado literario y arquitectónico al que puso como título ‘La ciudad autosuficiente: Habitar en la sociedad de la información’ (RBA, 2012). En él se exponían algunas de las ideas que hoy se debaten en los círculos de arquitectura para hacer frente a los retos climáticos y demográficos a los que se enfrentan las ciudades del mañana.
La autosuficiencia, el uso de las nuevas tecnologías para crear redes vecinales comerciales y de solidaridad, la recuperación del espacio público, la vivienda inteligente o las ‘supermanzanas’ son algunas de esas nuevas condiciones sociales y urbanas que deberán acatar las megalópolis del siglo XXI y que Guallart Architects lleva promoviendo desde sus inicios. “Trabajo sobre un nuevo paradigma que he venido a llamar las Biociudades, donde la bioeconomía circular se aplica sobre el urbanismo. La idea de fusionar los principios naturales, los principios que rigen los bosques y aplicarlos a las ciudades es el próximo gran reto para el urbanismo y la arquitectura del futuro”, matiza el propio arquitecto.
“El nuevo paradigma es construir ciudades que capturen y no emitan CO2 para que la naturaleza vuelva a ellas”
Para Guallart las “ciudades deben formar parte de la historia natural. Si la revolución industrial hizo resaltar que el urbanismo y el crecimiento económico iba contra la naturaleza, el nuevo paradigma es construir ciudades que capturen y no emitan CO2 para que la naturaleza vuelva a ellas. Siempre digo que la forma sigue a la energía”.

Su teoría -que ahora llevará a la práctica en Xiong’an (China) con la construcción de las primeras viviendas autosuficientes de madera con invernaderos, cubiertas energéticas y redes 5G- defiende la economía circular desde la ecología y la humanización digital. “Nuestro proyecto en China simboliza esa idea de que la innovación radical debe empezar en el centro de las ciudades. El problema es que ahora mismo el urbanismo está centrado en hacer reglas y no estimula la creación”, señala. Y avanza qué hacer para acabar con esa parálisis urbanística. “La idea de hacer ciudades que sean productivas será el gran debate de los próximos años, porque si una ciudad puede producir la mayoría de recursos que necesita para vivir podría desarrollar la economía de la vida. Hay una doble relación entre el cómo queremos vivir y qué libertad queremos tener para ver qué tipos de infraestructuras queremos construir. El gran tema es si vamos a un modelo compartido y colaborativo con edificios que produzcan energía, alimentos y reciclen sus aguas o a un modelo cerrado y algo explotador”, reflexiona.
“Se trata de construir ciudades que promuevan la vida al ritmo de su movilidad”
Esa reformulación de las ciudades, que no es otra cosa que los modos de vida que se establecen en ella, deben llevar a una sociedad más autónoma donde el propio individuo pueda producir los bienes que necesita dentro de su hábitat urbano. “Se trata de construir ciudades que promuevan la vida no al ritmo de la economía, sino de la movilidad que se produzcan en ellas”, destaca.

Desde su estudio de arquitectura Hunasai, Hugo Navarro lleva respondiendo a los desafíos del futuro desde distintos ángulos (residencial, hotelero y sanitario) mediante la utilización de la inteligencia artificial y los materiales saludables. “Debemos diseñar espacios para conseguir una interrelación entre los usuarios con el bienestar y el rendimiento como objetivos principales”.
“Debemos diseñar espacios con el bienestar y el rendimiento como objetivos principales”
Un cambio en el que los arquitectos urbanistas tendrán un papel clave. “Los arquitectos urbanistas son una figura imprescindible para poder analizar, valorar y proyectar este tipo de actuaciones fundamentales en aquellas ciudades que quieren cambiar en lo que respecta a la movilidad y la nueva funcionalidad de los espacios públicos”.

Una transformación arquitectónica donde la tecnología debe facilitar una vida más cómoda y saludable. “Poco a poco vamos introduciendo una tecnología inteligente que van moldeando un estilo de vida totalmente diferente. Las Smarts Tv o las aplicaciones móviles dan el pistoletazo de salida hacia esas casas del futuro, que serán ante todo intuitivas”, pronostica.