IN Moments 30·09·2019
Kelly Hoppen: “Los jóvenes deben aprender a distinguir lo real de lo fake” PORCELANOSA
La interiorista, una de las 35 empresarias más influyentes del momento, nos recibe en el Hotel Only You de Madrid. Su visión transgresora del diseño le llevó a ganar este año el Premio Honorífico en los XII Premios de Arquitectura e Interiorismo 2019 de Porcelanosa Grupo.
A punto de cumplir 60 años, esta mujer menuda y fibrosa habla con la misma energía con la que diseña. En pleno estallido de su exitosa carrera, con más de 40 proyectos en marcha, intervenciones en programas de televisión, diez libros publicados y uno a la vista, y dos estudios de diseño, Hoppen es una mujer de ideas claras. Rápida y concisa en cada respuesta, mira siempre de frente y en cada reflexión enlaza varios temas de actualidad. No hay guion establecido.
Hoppen analiza su extensa trayectoria con la revista Lifestyle, con quien mantiene un interesante encuentro en el Hotel Only You de Madrid. Su visión transgresora del diseño le llevó a ganar este año el Premio Honorífico en los XII Premios de Arquitectura e Interiorismo 2019 de Porcelanosa Grupo. Un galardón que le hace especial ilusión, ya que “es una firma que está haciendo muchas cosas por el interiorismo”.
El diseño como forma de vida
Miembro de la Orden del Imperio Británico y una de las 35 empresarias más influyentes del momento, Hoppen vuelve al mundo de ayer para encontrar respuestas a los desafíos que se plantean en el diseño, que no es otra cosa que su vida. “Viví rodeada de bohemia y de arte y mi pasión era visitar galerías de arte y leer revistas de decoración. Cuando todas mis amigas del colegio jugaban, yo miraba casas. Me encantaba ver el proceso de transformación de un proyecto desde el inicio hasta el final, y todavía hoy me fascina”, confiesa por lo bajini.
“Me encanta ver el proceso de transformación de un proyecto desde el inicio hasta el final”
De madre estona y padre irlandés, Hoppen nació en Ciudad del Cabo pero a los dos años se mudó a Londres. De aquella infancia en Sudáfrica recuerda la preciosa casa de sus abuelos y la educación estética y artística que recibió de sus padres.

Cuando contaba con 16 años su padre murió y Hoppen tuvo que abandonar el colegio para buscarse la vida. Tocó en un grupo (de ahí la importancia de la música en su vida) e incluso diseñó una cocina para un amigo de su padre. Fue entonces cuando supo que quería ser diseñadora. “Siempre diseño con música. La adoro porque cuando escucho sonidos los convierto en diseño, en formas. A mis clientes les pido que definan un espacio con una canción. Boy George, por ejemplo, una vez hizo mención a ‘Here comes the sun’ (The Beatles). Sé que suena un poco raro, pero para mí todo gira torno al sonido. Eso es el diseño”, sentencia.
“Cuando escucho sonidos los convierto en diseño, en formas. A mis clientes les pido que definan un espacio con una canción”
Carácter polifacético
Entre sus clientes cuenta con grandes actores, cantantes o diseñadores, como los Beckham o Martin Shaw. Al ser una persona muy polifacética, el trabajo de Hoppen abarca diversas áreas que van desde el diseño de interiores hasta hoteles, yates, oficinas o jets privados. “Últimamente me he decantado por diseñar hoteles de lujo, ya que como he proyectado casa para la gente que usa estos hoteles, tengo mucha información sobre lo que les gusta y lo que no”.
Para Hoppen, el lujo es un concepto ligado a la practicidad diaria, a la coherencia entre el objeto y el entorno. “El lujo está en el aprovechamiento del espacio y en la sencillez. Hemos pasado años estudiando al ser humano y lo que necesita, con qué mínimos sobrevive en un viaje, qué es lo indispensable que debe llevar en una maleta… y el reto permanente es aportar mucho en poco espacio”.
“El lujo está en el aprovechamiento del espacio y en la sencillez”
Su metodología de trabajo vuelve a ese empirismo clásico de ensayo-error y desde él encuentra las mejores soluciones para cada proyecto. Así ocurre en su estudio ‘Conceptualización’ (Ideation), donde resuelve y prueba nuevas ideas con su equipo creativo. “Probamos, vemos los pros y los contras de cada espacio y su funcionalidad. Esto es algo nuevo para mí y me apasiona”, afirma.
Viajar para inspirarse
Hoppen trabaja de manera constante e incansable tanto en sus dos estudios como en su casa de Londres, una antigua casa de subastas que ella misma convirtió en vivienda. A ella, como a Picasso, la inspiración siempre le encuentra trabajando.
Una máxima que avalan los 49 proyectos en los que ahora está involucrada.“La creatividad aparece en los momentos más locos que te puedas imaginar. Si sales de tu sitio de confort, de tu casa, tu mente se abre y percibes cosas nuevas”, reflexiona con cierto tono místico.
Para Hoppen, una de las partes más importantes de la casa es el dormitorio. En su opinión, dicha estancia “es el lugar natural de descanso”, por eso hay que saber leer y vestir el espacio según la naturaleza del mismo. “En cada espacio se tienen experiencias diferentes, pero sin duda el más difícil de decorar es el cuarto de los niños ¿Sabes por qué? porque son los padres los que deberían diseñar el cuarto de sus hijos y se tienen que involucrar”, defiende rigurosa.
Tecnología y naturaleza van de la mano
Los desafíos y los esquemas de trabajo que se han creado con las nuevas tecnologías han traído consigo un cambio en la mentalidad del cliente, pero también del interiorista. En su opinión, simplificar los tiempos y las formas es positivo, siempre y cuando no se ponga en riesgo la calidad. “Como diseñadora me gustan las telas y los materiales naturales como las maderas o el barro, pero aún tenemos un largo camino que recorrer para encontrar el material del futuro que sea sostenible, no perjudicial y agradable. Por eso, la tecnología tiene que ser menos complicada y más accesible y fácil”, remarca.
Para la diseñadora, el ruido digital y las fake news se deben combatir con más cultura y más empatía. “Todo empieza con la educación y los jóvenes deben aprender a distinguir lo real de lo fake. Yo crecí en un mundo sin filtros bastante más real que éste. Creo que ese será el título de mi próximo libro”, dicta para que no se le escape la idea.
El prólogo ya está en marcha.